Eduardo Falcón y Roberto Carro unen sus fuerzas al artesano Luis Hueto Al tiempo que ellos tocan, él trabaja el mimbre
«Hace falta la presencia. La presencia para que surja el calor humano, esa dimensión modesta donde, al crepitar de los leños, se templan las emociones y se reconstruye la morada espiritual del alma vieja…».
Llámese filandón, filandero, filorio, hila, jila, serano o velía según las comarcas, he aquí un nuevo trío que ha querido dotar de nuevos y cálidos pálpitos a esa costumbre que tan arraigo tuvo en toda la extensión del territorio leonés. Hablamos de los músicos Eduardo Nicolás Falcón, de San Adrián del Valle, y de Roberto Carro, de Valcabado del Páramo, quienes han unido sus fuerzas y talentos con los del artesano Luis Hueto para producir un nuevo y singular tipo de espectáculo (Filandón: romanza, mimbre y rabel) en el que, al tiempo que los dos primeros tocan sus instrumentos, rabel y guitarra sobre todo, Hueto elabora un cesto que normalmente se entrega a la persona o entidad que los contrata.
«Nuestra idea ha sido la de recuperar lo más fidedignamente posible el espíritu de los filandones viejos —explica Falcón—. La velía era una mezcla de romanzas, coplas, artesanía y palabra, y no olvidemos que esta última era la razón sobre la que giraba todo el encuentro». Y eso es precisamente lo que ofrecen estos tres leoneses comprometidos «con nuestra intrahistoria más doméstica»: un acto cálido «cuya plástica y originalidad radica precisamente en esa mezcla de historia, música y artesanía», según escribe Eduardo Falcón en la presentación de un proyecto que ya ha actuado, y con éxito, en Santa María del Páramo y Pedrún de Torío, entre otros lugares, y que fue eje de un capítulo del programa de TVCyL Con la música a todas partes.
En permanente evolución (ya piensan en incorporar la zanfona), le proyecto Filandón busca ante todo compartir unas artes sencillas «donde se reflejan los valores y las señas de identidad que nos hacen libres».
